martes, 10 de julio de 2007

Ensayo sobre el Ser - Lucas Ezequiel Bruno

Queriendo plantear una pequeña hipótesis sobre el Ser o el Ser de algo es que me motivé a escribir este fragmento, principalmente el Ser enfocado la política.

¿Qué es el Ser?

Si a una persona le preguntamos “¿quién sos?”, lo más probable es que responda: “Yo soy…”, y a continuación su respectivo nombre. La siguiente contranegación que hay que proponerle es: “yo no le pregunté cuál era su nombre, sino ¿quién era?”; seguramente aquél individuo responderá: “yo soy una persona”; la contraparte a esta afirmación es: “yo no le pregunté qué era, sino quién era”. Y de esta forma podríamos enunciar un número indeterminado de posibles respuestas que nos otorgará aquella persona “x”, pero sin mencionar en ninguna realmente el concepto o el posible enunciado del Ser.

Entonces dispones ya que el Ser no es un nombre propio, no es una especie de animal (“persona”); podríamos agregar que el Ser tampoco es una cualidad de algún hecho, cosa, persona acción, etcétera, ya sea ésta definitiva o accidental. El Ser tampoco denota ni la mínima ni la máxima extensión de un concepto o hecho: el Ser no es el conjunto de todas las personas, ni una sóla; tampoco es el conjunto de todos los hechos que comparten condiciones similares, ni mucho menos un solo hecho.

En consecuencia reitero la pregunta ¿QUE ES EL SER?. El Ser lo podríamos definir como la máxima expresión de una cosa, un animal, un hecho, un concepto, una idea, etcétera. ¿porqué es la máxima expresión?, simplemente porque no puede ser la mínima: el Ser no coincide con la mínima expresión de un algo, porque si olvidamos el Ser de ese algo, ese algo ya no es más y por ende deja de existir en tiempo y espacio. Pero si decimos que el Ser es la máxima expresión, lo correlativizamos con algo perfecto, con algo puro; por lo que podríamos deducir que el Ser no existe en la realidad tangible a nuestros sentidos. Para analizar esta contradicción plantearemos cual es el Ser de la persona humana: si decimos que el Ser es la máxima expresión, el Ser de la persona humana es Dios. Realizando una analogía con la doctrina de Descartes de esta forma también estaríamos probando la existencia de Dios racionalmente, ya que sino existe la máxima expresión de un algo, tampoco pueden existir las “expresiones inferiores”, como lo sería una persona “x”.

Entonces concluimos de esta forma que el Ser es necesario para la existencia de algo en la realidad sensible.

Si decimos que el Ser es necesario para la existencia de algo en la realidad sensible ¿cuál sería el Ser de una mesa, por ejemplo?. Algunos sostendrían que el Ser de una mesa no existe ya que la máxima expresión no existe en la realidad sensible: por deducción la mesa tampoco tendría que existir como objeto material en dicha realidad. Pero tenemos que recordar que dijimos que la máxima expresión de una persona (el Ser) es Dios, y éste tampoco existe en la realidad sensible; entonces la persona, como algo material tampoco tendría que existir.

En consecuencia tenemos que la máxima expresión puede ser una idea en la mente de los hombres o algo ya real. Es decir no hace falta concreción sensible del Ser para probar su existencia.

Es en la acepción anteriormente destacada que encontramos la diferencia entre el Ser (propuesto en este ensayo) y las “ideas” propuestas por Platón: la idea se encontraba en otro mundo (Mundo de las Ideas), el Ser es parte de la realidad (sea visible o no). Esto supone que las ideas de Platón exteriorizan las cosas, es decir separaba idea de cosa.

Otra acepción es la distinción entre Ser y la idea de “esencia” de Aristóteles. Aristóteles tomó las “ideas” de Platón y las colocó dentro de las cosas, en parte uniendo los dos mundos planteados por Platón: el Mundo Sensible y el Mundo Inteligible. De esta forma se limitó la “idea” de Platón a tener que estar dentro de una cosa u ente. El Ser no está dentro de un algo sino que es superior a ese algo y ese algo parte del Ser, sino no es lo que quiere ser como algo.

Partiendo de las concepciones anteriormente realizadas se puede declarar que como la naturaleza humana es el hombre originariamente, sin alteración, el hombre antes de la sociedad, y que el Ser del hombre es Dios: a la naturaleza humana del hombre hay q verla reflejada y buscarla en Dios. De esta forma entenderíamos al hombre como un ser social por naturaleza y lo comprenderíamos en su integridad.

Habiendo especificado estos conceptos nos podemos preguntar ¿cuál es el Ser de la política? El Ser de la política es su máxima expresión, la cual al igual que la del hombre la podemos buscar en su naturaleza. Entonces, cual es la naturaleza de la política: el bien común; actuar en pro de la polis, del pueblo eso es lo que pretende muy generalmente.

Si decimos que la naturaleza de la política es el bien común podemos asimilarlo a la naturaleza del hombre, la cual la encontramos en Dios. Esta analogía es válida ya que la política tiene que consagrar al hombre y a la sociedad en su máxima expresión, es decir en su Ser, o por lo menos eso es lo que pretende. La política tiene como principal preocupación la vida de la sociedad y del hombre en consecuencia, y acá radica el fundamento de la relación al principio de éste párrafo mencionado.

Esto aportaría a una relación recíproca e inmediata entre política y naturaleza humana, lo que afirma inexorablemente la existencia de un derecho natural, superior a todo (excepto a Dios) y anterior a todo (excepto a Dios); este derecho natural proporcionaría los principios, no positivizados, necesarios para armonizar la fuerza política y propiciar el “orden deseado”. Si se respetan.

Para concluir y realizar una síntesis de lo propuesto encontramos que es necesario partir de la naturaleza humana del hombre para poder lograr un equilibrio más justo y una política limpia y q cumpla sus fines prácticos.

Es necesario partir de los fines existenciales del hombre, procreación y conservación de la vida, perfeccionamiento espiritual, físico y religioso y tendencia al bien común, para equilibrar política y sociedad; ya que si se tiene en cuenta estos fines ambas cosas parten de algo universal de lago q se presenta en todos los hombre.

Lucas Ezequiel Bruno

1 comentario:

Madame dijo...

Oh, me ha servido mucho para mi tarea de filosofia!.
Gracias, no me habian planteado la existencia de un dios de esta manera tan especifica.